Prensa Turística

Califican como “exitosa” a la primera Travesía 7 Lagos en bicicleta

25 noviembre, 2010

El balance al final del recorrido de casi 120 kilómetros en bicicleta de montaña, por un camino de alto valor paisajístico como es la ruta de los 7 Lagos, fue “sumamente positivo”, según afirmó el primer prestador habilitado por la Subsecretaría de Turismo de la Provincia del Neuquén para ofrecer travesías en mountain bike. Se trata de Rubén Cazenave quien concretó con éxito el pasado fin de semana un gran anhelo: guiar a un grupo de 30 turistas en la primera edición de la Travesía 7 Lagos en Mountain Bike que unió San Martín de los Andes y Villa La Angostura.

La experiencia fue tan buena que Cazenave adelantó que ya está organizando una prueba recreativa similar para el próximo otoño. Y remarcó que “esta experiencia será la primera de muchas” pues está decidido a hacer de la Travesía 7 Lagos una propuesta anual y en fecha inamovible, aprovechando el nuevo feriado incorporado al calendario nacional, por el 20 de noviembre, Día de la Soberanía.

Aproximadamente el 90 por ciento de los participantes de la Travesía 7 Lagos fueron turistas de Alto Valle de Río Negro y Neuquén que decidieron escaparse a la cordillera durante el fin de semana largo para disfrutar de esta actividad en contacto directo con la naturaleza, aunque también hubo un par de extranjeros provenientes de Australia. Si bien la actividad fue netamente recreativa, el organizador aclaró que completar todo el recorrido demandó cierto estado físico y entrenamiento previo.

Al final de la travesía, algunos de los participantes explicitaron su vivencia. En general, se mostraron maravillados por la posibilidad de disfrutar de un camino emblemático – como es la ruta de 7 Lagos – pero de un modo distinto al habitual, sobre dos ruedas. También plantearon la importancia que adquirió en la montaña el vínculo con los demás participantes: el compañerismo que surgió cuando el esfuerzo físico se transformó en cansancio y pedalear en la altura se dificultaba por el cansancio y la llovizna. Sin embargo, el arribo a destino, la valoración del esfuerzo, las amistades que hicieron y el disfrute del final, con los sorteos de diversos premios – incluyendo una estadía en una hostería de Villa La Angostura -, los hicieron coincidir en lo gratificante que fue la experiencia y lo divertido que sería repetirla.

“Respiré fragancias silvestres, compartí con gente copada, sentí frío y adrenalina y aprendí una vez más cuanto tiene la bici para darme”, dijo – por ejemplo – Adri de Neuquén. Bibiana de Cipolletti opinó: “Yo crecí. Mi corazón le ganó a mi mente que me empujaba a abandonar. Compartí dos días con gente desconocida, a la que sentí muy cerca”.

Por su parte Romanella de Centenario agregó: “Vencí el miedo a no poder lograrlo, (el miedo) a no llegar hasta el final, gracias a cada una de las palabras de aliento o los gestos de “fuerza” que cada uno me demostraba. Descubrí algo que puedo decir es una pasión a explotar: la bici y las montañas. Aprecié un paisaje incalculable lleno de naturaleza y vida. Y, por sobre todas las cosas, conocí un montón de hermosas personas que sin conocerme me dieron fuerza, afecto, cariño y amor durante dos días. Personas, momentos, paisajes y sensaciones que nunca voy a olvidar”.